AMANECEN DÍAS
A Mercedes
Amanecen días
sujetos a una brida invisible.
Ya despiertan
con la discordia desprendida,
el brío sometido
y clavada la espuela.
Dondequiera que caiga la mirada
será por error,
los ojos
-en semejantes días-
no son precisos.
Implacables
nos conducen al azul marino
sin preguntarnos nada.
No hay opción sino el derribo,
desalojar la bota
que calza espuelas.
DULCE CHACÓN - Cuatro Gotas
Ellago EdicionesPoesia
Primera Edición - Mayo 2003
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