JACTANCIA DE QUIETUD
Escrituras de luz embisten la sombra, más prodigiosas que
meteoros.
La alta ciudad inconocible arrecia sobre el campo.
Seguro de mi vida y de mi muerte, miro los ambiciosos y quisiera
entenderlos.
Su día es ávido como el lazo en el aire.
Su noche es tregua de la ira en el hierro, pronto en acometer.
Hablan de humanidad.
Mi humanidad está en sentir que somos voces de una misma penuria.
Hablan de patria.
Mi patria es un latido de guitarra, unos retratos y una vieja espada,
la oración evidente del sauzal en los atardeceres. El tiempo está
viviéndome.
Más silencioso que mi sombra, cruzo el tropel de su levantada
codicia.
Ellos son imprescindibles, únicos, merecedores del mañana.
Mi nombre es alguien y cualquiera.
Paso con lentitud, como quien viene de tan
lejos que no espera llegar.
Luna de enfrente
1925
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada